Si te lo
tengo que explicar, es por que no me lo vas a entender….
Como no
tengo que competir con nadie, me lo llevo con calma.
He estado
haciendo visitas al cofre de perote, lugar que es de todos conocido, pero que
me empeño en recomendar una y otra vez, ya sea con un poco de narración o con
algunas fotografías, es una idea que debe ser considerada y repasada por todos,
no por que lo diga yo, sino por que entre mi circulo de amigos a mi me
corresponde esa enmienda, de todos escucho y de todos hago caso a sus
diferentes opiniones constructivas que hacen se fortalezca mi persona.
No pretendo
seducir a nadie con la prosa plasmada, ni emular a los virtuosos que congelan
lo que toca su pluma, solo quiero hacer algo grato a los ojos y al animo, y
como dijera Alfonso Reyes “MI VIDA NO ME SABE A NADA SINO LA CUENTO”, y bueno
cansado de ser un receptor pasivo de tanta violencia y malas noticias, un buen
día a sugerencia de un amigo, abrí Facebook y me dispuse a transmitir líneas…..
Ante tanto
aguacero violento, mis entrenamientos arriba de la bici se me atragantan debido
a que solo puedo salir por las tardes, pero aun así continuo sumido en una
pasión y busco siempre hacerme un lugar para continuar, ya que la bicicleta es
un deporte tan adictivo que una vez que te prende no te suelta y uno encantado.
La mayoría de las asociaciones que hago en mi mente para mantener viva esa
actividad están estrechamente relacionadas con la montaña y sus enigmáticos
contrastes a lo largo del año, además de sus reconfortantes fragancias, que
entrando en contacto con ellos aplacan mi ego y aminora mi crisis de los 40, y
podría jurar que estar en contacto con la montaña cura cualquier mal y sobre
todo fortalece la razón y la cordura.
Tengo unas
fotos de estas visitas al Cofre de Perote y es que en estos aguaceros el
paisaje es demasiado húmedo, pero en el suelo existe una actividad hidrológica
de “miniatura” que seria feliz de jugar con toda mi colección de gi-joes, en
esta zona además por las noches, desciende una lluvia blanda y monótona semejante
a mi espera por el otoño, es tan mágico
y sorprendente que estos pequeños aspirantes a ríos, conformen nuestros grandes y preciados afluentes
acá abajo, esta visita tan efímera al
paraíso me hace estremecer y seguir con mi compañera la bicicleta, me hace
sentir que siempre debemos “vivir tus sueños y nunca soñar tu vida”, la
bicicleta me permite ser eternamente un niño, fuerte, atrevido, maduro,
soñador, esto que escribo es solo el comienzo de lo que termina en marzo, frio,
nieve (con suerte), muchos ratos disfrutando, sustos, dolor en los dedos
congelados y fotos, y el gran postre, riqueza espiritual y posteridad, salud
mucha salud a los que leen, sueña bici, vive bici, rueda, rueda, rueda…..
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